Cuando tan solo tenía 6 años, la madre de José Ramón lo llevó al colegio de la ONCE en Madrid para que aprendiera a nadar; desde entonces nunca ha dejado de hacerlo. Poco a poco, la natación se fue convirtiendo en algo más importante en su vida. Nadaba seis días a la semana y, cuando llegaron las sesiones dobles al día, a los 18 años, se clasificó para sus primeros juegos. Fue entonces cuando se dio cuenta de que podía ser un profesional.
Acostumbrado a vivir con algo de visión residual, en 2017, José sufrió un doble desprendimiento de retina y perdió su visión por completo. Eso cambió su vida drásticamente; tuvo que aprender a vivir sin ver y además experimentar un cambio de categoría a nivel deportivo.
José Ramón se está preparando para sus terceros juegos con muchas ganas e ilusión, siempre de la mano de su perro Boris. Este labrador de 4 años lo acompaña para superar todos los obstáculos de la ciudad, le da seguridad y no se pierde ningún entrenamiento.
Desde Fundación DingoNatura nos sentimos agradecidos de que José Ramón haya compartido su historia con nosotros y, ahora, con todos vosotros.