Pese a la importante labor que realizan a nivel social, sanitario, terapéutico y emocional, los animales de compañía siguen siendo excluidos en nuestra sociedad. Las ciudades están llenas de límites y barreras. Ni ellos ni sus propietarios pueden moverse por ellas con total libertad.
Por eso, actuamos para ayudar a construir una sociedad más justa e inclusiva también para ellos. Una sociedad en la que estén protegidos, cuidados y respetados como se merecen.
Trabajaremos como palanca de cambio, que los incluya e integre en las ciudades del futuro. Y lo queremos hacer a través de la investigación y de un cambio cultural, incidiendo sobre todo, en aquella parte de la sociedad que no tiene animales: transformando mentalidades, educando y concienciando a la ciudadanía sobre su rol y sobre el beneficio que aportan al ser humano.
Es el momento de que entre todos nos reinventemos y dibujemos dónde y cómo queremos vivir y convivir. Queremos un futuro en el que, por fin, nuestros animales de compañía ocupen el lugar que les corresponde. Y ese lugar está a nuestro lado.
Nuestro propósito es que los animales de compañía sean tratados como un miembro más de la sociedad. Y no vamos a parar hasta conseguirlo.
Basta ya de prohibiciones y de considerarlos de segunda: queremos que tengan el lugar que les corresponde, entre nosotros. De acuerdo, ya no son considerados “cosas”. Es un gran paso, pero aún quedan muchos más por dar.