Fueron de los primeros en llegar y su labor ha sido un éxito, tal y como nos cuenta Pedro Frutos, su fundador y director
La labor del equipo de K9 Creixell es tan admirable como necesaria.
Cuando un desastre natural ocurre, como ha pasado en los territorios de Turquía y Siria recientemente, se siembra el pánico. Muchas personas lo pierden todo, muchas de ellas la vida; la realidad es abrumadora y toda ayuda es primordial.
Intentar sacar luz de una situación así no es fácil, en K9 Creixell lo saben y por eso están preparados tanto física como mentalmente para dar el 200% cuando es su turno de actuar.
Pedro Frutos y su equipo con Kiwi y Hero como agentes de 4 patas volaron a Turquía en cuanto se empezaron a activar las labores de rescate. Fueron de los primeros equipos en llegar, y eso les ha permitido operar con éxito. Vuelven satisfechos de haber logrado rescatar a muchas personas. “Nos vamos a casa con el premio de que hemos encontrado a mucha gente, con eso te quedas”, dice el fundador.
Pero también nos cuenta el gran esfuerzo que han tenido que hacer: “Trabajar era un estrés porque todo el mundo quiere encontrar a su familia”.
Este ha sido el terremoto número 18 al que el equipo de K9 Creixell viaja para ayudar en el rescate y detección de cadáveres. “Era como si 5 bombas atómicas hubieran caído en Turquía, pensaban que se les tragaba la tierra”, explica Pedro Frutos.
En una situación tan límite, y pese a que no ha sido el escenario más duro al que se han tenido que enfrentar, todo el equipo ha sido esencial, siendo Kiwi y Hero los valientes que han logrado detectar la vida allí donde los humanos no llegan. “Los perros han trabajado mucho, actuaban durante 20 minutos y descansaban otros 25”, explica el líder del equipo.
Los perros aportan un valor irremplazable. Así lo reflejaba un integrante de la UME en declaraciones al diario 20minutos: “Verles trabajar es un espectáculo, las personas dejan de hacer lo que estaban haciendo para mirarles buscar entre los escombros. La presencia de los perros en una catástrofe proyecta esperanza, proyecta emociones… Es algo muy especial contar con las Unidades Caninas”.
Y eso, algo tan trascendental como complicado, es una de las grandes cosas que personas como Pedro Frutos, sus compañeros humanos y sus héroes peludos, son capaces de conseguir con su trabajo altruista.